Sintra es el verdadero tapado de Portugal en cuanto a monumentos se refiere. A escasos 30 km de Lisboa, esta pequeña villa ha sido históricamente lugar de retiro y descanso de acaudalados burgueses y aristócratas, todos ellos bajo el cobijo del verdadero anfitrión local: la mismísima familia real y su mágico Palacio da Pena. Si tuviera que escoger solo UN palacio real que visitar en toda Europa, eligiría éste con los ojos cerrados. Lo construyó Fernando II de Portugal en el siglo XIX, y creó un universo de fantasía, colores, atrevimiento arquitectónico, espacios humanos y elegantes, jardines de ensueño y leyenda sin igual en el mundo occidental. Era la segunda vez que yo iba al sitio, ¡pero es que iría doce veces más! Gracias a Dios (bueno… a Dios, y al exilio de Manuel II), hoy lo disfrutamos únicamente los turistas.
Acuciados por el tiempo, nos dejamos atrás el castillo de los moros y su impresionante muralla – Oporto aguarda y no hay tiempo que perder.
MMMMM….SINTRA….Tú lo has dicho,SINTRA MÁGICA!!!
Me encantan estos novios! Divertidos, complices, me recuerdan un poco a mi locura (en el buen sentido de la palabra,que e stoy muy cuerda jajja.
Las fotos transmiten y mucho. Enhorabuena!