“Pues molaría hacer la preboda en un castillo, o algo así…”, soltó Dani como quien no quiere la cosa. Mi mente se fue a Manzanares El Real, la única ubicación que conozco cerquita de Madrid con un castillo medieval al uso de las doncellas y caballeros con los que todos fantaseamos en un momento dado. La moción se aprobó por unanimidad, y para allá que fuimos…
A estas alturas del año me gusta disparar a partir de las 19:00, por aquello de que el sol no te abrase y tengamos luz chula. Y a las 19:00 cierra el castillo de Manzanares, que lo sepáis. ¡Nuestro gozo en un pozo! Más allá del castillo, el pueblo no aporta mucho fotográficamente hablando, la verdad sea dicha. ¡Ooops!
“Al castillo, ¡que le den!”, espetamos Mónica, Dani y un servidor llenos de animadversión municipal. Así que cogimos nuestras ganas de hacernos fotos y nos inventamos una aventurilla la mar de apañá por los campestres alrededores, el lago que tanto le gustaba a mi padre y algún que otro escenario lleno de pajillas, que siempre aportan chistes fáciles y fotos de caramelo. Lo pasamos teta piruleta, la verdad. No teníamos castillo, pero sí una princesa y su rudo caballero, recién reconvertido de sapo a vigoroso pretendiente de la dama por obra y arte de la mirada esa que maneja Mónica, ésa que levantaría a un muerto de su tumba, o enterraría al vivo al dejarlo sin aliento. Vosotros no la miréis mucho, por si acaso. Y al castillo, que le den.
Disfrutad.
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No está nada mal para un “cuenta cuentos” medieval transportado al siglo XXI a través de un visor.
Bueno, ya sabes que siempre me gustaron los juglares, tan necesarios…. siempre.
Felicidades a las parejas que se dejan mecer por tu run-run. Siempre obtienen lo que desean.
¿Y qué sería de nosotros sin nuestras fantasías? Cambian los tiempos, pero el hombre sigue intacto en sus esquemas. Besitos, Xana.
Jajaja, eres un genio Luis. Me encantan tus fotos adornadas con historias. Un abrazo!!!!
¡Gracias Fabián! Si no lo vuento, reviento. Ya sabes: “historias de amor y otros instantes”. ;D
Como se nota la cercanía que tienes con las parejas que retratas. Se percibe la complicidad y lo cómodos que están contigo, Luis. Un abrazo =)
Pues es que eso es fundamental, Tanya. Ahí radica el 50% del éxito del reportaje, sin duda. Sin ellos, ¿qué te queda? ¿Una bella composición? Vale, pero yo necesito transmitir emociones, que es lo que “me pone”. Un besote enorme!!
Que grande eres Luis!! que fotazos de ese día, que se nos quería torcer y le pegamos vuelta, lastima de mis ojos, que mal con la alergia a las pajillas de trigo….jajajaja, me encantan. De seguro el 30 lo petamos!!
P.D .: pobre coche….tanto camino de cabras!!
Calla, calla… ¡ese camino de cabras es ya legendario! Aún tengo algún rastrojo colgando del parachoques. 😀 Un abrazote, caballero.
Pequeños gestos hacen grandes fotos ¡Felicidades cariño lo haces maravilloso!
Gracias amor. ;D
Genial Luis!!!!! Cuanto más las veo más me gustan!!!!!!!!!!!!!! Después de pasar tantas penas y fatigas… ha quedado una preboda muy chula!!!!!
Bueno, bueno… ¡que tampoco fue para tanto! Apenas tuvimos que saltar un par de muros y revolcarnos por varios sitios, y casi acabar en el agua, y… 😀